El vidrio es un producto duradero y sin deterioro, puede ser desinfectado con cualquier producto que contenga alcohol, lejía, amoníaco, etc. sin que afecte ni a la superficie ni a las prestaciones, todo lo contrario al metacrilato o al PET-G, que son plásticos que requieren de un cuidado excepcional ya que solo pueden ser limpiados con agua y jabón neutro, y si quieres evitar las rayadas debes limpiarlos solo con paños de algodón, ya que las celulosas y otro tipo de paños lo rayan y deterioran.
El vidrio con el paso del tiempo no sufre de ningún deterioro ni mecánico ni estético, los plásticos con el paso del tiempo y con los cambios climáticos acaban amarilleando y cuarteando, lo que obliga a su sustitución con cierta periodicidad.
Además de todas las ventajas anteriores, el precio es similar.